La importancia y tendencia de esta tecnología se basa en que las aplicaciones son prácticamente infinitas, pero todas ellas tienen un punto en común: permite la intervención, monitorización y comunicación directa sobre equipos sin la necesidad de estar físicamente presente (actuar de manera telemática).
En el ámbito industrial, esta tecnología tiene fuertes ventajas a nivel de monitorización y control de flotas de equipos, y las aplicaciones relacionadas con el mantenimiento preventivo, son especialmente interesantes.
Además de las ya mencionadas, la IoT ya se emplea en plantas de producción para permitir el análisis de datos y la automatización de alarmas y procesos de los dispositivos y sensores conectados a la red. Estos datos y alarmas pueden entonces ser enviados a los distintos usuarios para facilitar la toma de decisiones, mejora de procesos, e incluso para automatización de protocolos de actuación, eliminando la necesidad de interacción humana.
Otros conceptos muy relacionados con IoT son las «Smart Cities» y «Smart Buildings» dónde el uso de dispositivos IoT permite mejorar el control del tráfico, o el control de las canalizaciones y depósitos de agua y calefacción, o la gestión de frecuencias del transporte público, y así un largo etc.